
Observaciones conjuntas
El espacio es un campo de observación gigantesco, esto ha ocasionado que se construyan un mayor número de observatorios a lo largo y ancho del globo, con la finalidad de cubrir la mayor porción del cielo posible. En los últimos 100 años la cantidad de observatorios astronómicos ha aumentado de manera activa (actualmente se estiman alrededor de 600 observatorios profesionales en la Tierra), y pese a que la calidad de las imágenes y mediciones también ha mejorado sigue siendo provechoso utilizar dos o más telescopios y radiotelescopios para realizar observaciones conjuntas. En términos simples, el uso de varios observatorios permite la comparación de mediciones en diferentes partes del planeta, corroborando los datos y dándoles validez y un menor error observacional.

Urano, el objetivo ideal
Unas de las observaciones más difíciles de realizar en el espacio es la detección de exoplanetas, los cuales suelen mostrarse únicamente como puntos con escasa información y con errores debidas a la materia interestelar que se encuentra entre la Tierra y estos objetos tan distantes. La última observación conjunta realizada por la NASA involucra el uso del Telescopio Espacial Hubble y la nave espacial New Horizons, los cuales apuntaron simultáneamente a Urano, el cual es un objetivo ideal para entender las futuras observaciones lejanas de planetas extrasolares, de los cuales, muchos también son gigantes gaseosos de composición similar. El Telescopio Espacial Hubble sigue operando después de más de tres décadas, haciendo descubrimientos que siguen dando forma a nuestra comprensión del universo, mientras que la misión New Horizons únicamente lleva 18 años en operación.
Al momento de la medición el telescopio Hubble se encontraba a una distancia de 2,730 millones de kilómetros de Urano, por otro lado, el New Horizons tomaba sus datos de lado, a unos 10,400 millones de kilómetros de distancia del planeta. Esta diferencia de distancias y calidad de imágenes resultó en un peculiar contraste entre las mediciones. En la imagen ilustrativa de pueden apreciar las fotografías tomadas por ambos telescopios junto con la posición de Urano desde ambas perspectivas. La comparación de imágenes de alta calidad con otras con menor resolución prometen ayudar a los investigadores a imaginar y comprender de mejor manera las imágenes de los exoplanetas captados por el campo profundo del Telescopio James Webb, por ejemplo.

“Estos estudios históricos de New Horizons sobre Urano desde un punto de vista que no puede ser observado por ningún otro medio se suman al tesoro de nuevos conocimientos científicos de la misión y, al igual que muchos otros conjuntos de datos obtenidos en la misión, han proporcionado sorprendentes nuevas perspectivas sobre los mundos de nuestro sistema solar”, añadió Alan Stern, investigador principal de New Horizons del Southwest Research Institute.
El futuro de las observaciones de los exoplanetas
La búsqueda de planetas con condiciones similares a los de la Tierra es una tarea que si bien no ha sido una prioridad al momento de hacer observaciones astronómicas promete ser la respuesta a la pregunta: ¿Estamos solos en el universo?. El próximo Telescopio Espacial Nancy Grace Roman de la NASA, que planea lanzarse en 2027, utilizará un coronógrafo para bloquear la luz de las estrellas y poder ver directamente exoplanetas gigantes gaseosos. En otro intento de observar estos objetos, el Observatorio de Mundos Habitables de la NASA promete ser el primer telescopio diseñado específicamente para buscar biofirmas atmosféricas en planetas rocosos del tamaño de la Tierra que orbitan otras estrellas.